¿Qué opináis del privilegio de pareja?

Del original de aggiesez en SolopolyCouple Privilege, Your Thoughts?

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Da igual el igualitarismo que afirmes defender, el privilegio continúa existiendo aun con eso. Todo el mundo nos regocijamos en él, incluso las personas de la comunidad poliamorosa y no monógama. El privilegio de pareja es una de las formas de desigualdad arraigada más polémica y traicionera. Estoy preparando una entrada en relación a este tema y me gustaría escuchar vuestras opiniones.

ACTUALIZADO DIC. 19: Sí, no hay duda de que con esto me he metido en un berenjenal. He recibido multitud de comentarios en relación a este asunto y la verdad es que me veo superada tanto por la cantidad de mensajes que me llegan como por su carga emocional. No os voy a mentir, mucha gente poliamorosa se ha sentido herida y ha negado rotundamente que exista eso del privilegio de pareja y, como os digo, honestamente esto está acabando conmigo y no he sabido muy bien gestionar la situación. He tomado la decisión de gestionar esto mediante una serie de entradas tras las vacaciones. Muchas gracias a todas aquellas que habéis contribuido en el debate tanto aquí como por otros lares de la red. Todas vuestras historias y comentarios son bienvenidos, especialmente de aquellas personas poliamorosas solteras y de parejas no principales. Leed el final de esta entrada para saber cómo seguir contribuyendo. ¡Gracias!.

Creo que sí, voy a meterme en un berenjenal.

Hablar sobre privilegio nos resulta incómodo y extraño. Inevitablemente, algunas personas se sienten calumniadas, incomprendidas o atacadas; otras, directamente excluidas. El debate en torno al privilegio puede causar desencuentros, pero si se gestiona de manera juiciosa, puede llevarnos a buen puerto. De hecho, es un debate imprescindible, especialmente en aquellas comunidades que se jactan de poseer como valores la honestidad, la coherencia, el respeto la justicia y el comportamiento ético.

El no sacar a colación el privilegio de pareja no va a conseguir que desaparezca. Al contrario, si evitamos examinarnos personalmente y debatir sobre ello, todo privilegio continuará perpetuándose y arraigándose cada vez más, ya que el privilegio prospera cuando puede camuflarse en nuestro entorno.

Expongo aquí algunas de mis primeras consideraciones relativas al privilegio de pareja, en las que incluyo algunas preguntas para que contestéis. Podéis comentar abajo o escribirme un correo con vuestras consideraciones.

Empezaré por mi definición de privilegio de pareja:

Privilegio de pareja: en un contexto de relaciones y comunidades no monógamas, es aquella presunción socialmente aceptada y sancionada por la que los vínculos de pareja (como el matrimonio y otras formas de vinculación vitalicia de carácter principal) obtienen preeminencia o se leen como más importantes o como mejores en contraposición a otro tipo de vínculos íntimos, afectivos o sexuales. Esta priorización surge de manera espontánea y no tiene porqué venir acompañada ni de negociación de compromisos ni de consentimiento.

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En términos generales, el privilegio de pareja se manifiesta corpóreamente en ventajas sociales, legales y financieras socialmente convenidas y automáticamente aplicadas (tanto implícita como explícitamente) a parejas que se presentan públicamente con un acuerdo monógamo, especialmente como parejas principales. Este tipo de ventajas no están convenidas para relaciones no principales, solteras o personas fuera de una relación de pareja y también en ocasiones también para parejas principales que se presentan socialmente como no monógamas.

Una comentarista, MayMay, me propuso una definición alternativa en mayo de 2012: «Comportamientos que presuponen que las personas en dúo son más importantes que las demás y se ven con derecho de actuar sobre ellas sin previo consentimiento.» En la mayor parte de nuestra sociedad, la ventaja que otorga el privilegio de pareja es un incentivo clave para subirse al carro relacional y quedarse ahí, incluso si la relación acaba vaciándose o incluso volviéndose tóxica.

El privilegio de pareja también influye en relaciones no sexoafectivas y en otras comunidades importantes como amistades, familia, vecinas, etc. Sin embargo, voy a centrarme en cómo únicamente en cómo influye en relaciones y comunidades no monógamas.

En las relaciones abiertas y poliamorosas, el privilegio de pareja influye internamente, entre las personas que forman parte de esa relación. Suele manifestarse en forma de poder de veto, de exclusividad de ciertas prácticas íntimas o sexuales únicamente para parejas principales (como medio para refuerzo de jerarquías o de adaptación a la inseguridad, no estrictamente por motivos de salud o planificación familiar) o de presunción (que no tiene por qué conllevar consentimiento previo) por la que las necesidades, deseos, horarios y preferencias pareja principal (o de ambas partes de la misma pareja), obtienen preferencia de manera automática frente a aquellos del resto de parejas no primarias en cualquier situación.

El privilegio de pareja también implica un riesgo desproporcionado para las parejas no principales dentro de relaciones abiertas o poliamorosas; el ejemplo más esclarecedor es que tenemos muchas más posibilidades de ser excluidos de la relación. Normalmente no disfrutamos de voz en las decisiones que tengan influencia en el proyecto de futuro de nuestras relaciones; si acaso, lo que se espera de nosotras es que supeditemos nuestras necesidades a las de la pareja principal. Y en muchas ocasiones se nos trata como a un secretito, esperándose también de nosotros que mantengamos a resguardo ese secreto, incluso en relaciones largas.

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Sin embargo, este privilegio también se refleja de manera externa. Las parejas principales que salen del armario como parejas abiertas o poliamorosas junto  a sus otras parejas y relaciones se enfrentan a consecuencias adversas, entre ellas, discriminaciones de alto riesgo (trabajo, vivienda, tutela infantil, etc.), pérdida de prestigio social y exclusión de amistades, familia u otras redes y comunidades. En algunas ocasiones, estos riesgos externos son un hecho empírico (como aquellos contratos de trabajo con cláusula «ética»), en otras, simplemente se asumen y se temen sin someterlos a análisis, sirviendo a veces como subterfugio para reforzar el privilegio de pareja.

En el mundo real, existen múltiples maneras de hacer las cosas, también en las relaciones. La gestión diversa de relaciones no implica forzosamente que se esté aplicando el privilegio de pareja. Más que eso, el modo en que reconozcamos y nos ajustemos a esas diferencias en nuestras relaciones puede servirnos como herramienta para reducir la influencia accidental que tiene el privilegio de pareja.

Cada persona es libre de tomar las decisiones que considere correctas para susrelaciones. Si no consideras el privilegio de pareja un problema y prefieres consagrarlo en tus relaciones, también vale. Aquí nadie somos la policía del poliamor, solo digo que nos puede servir de ayuda el que seamos conscientes y responsables de la manera por la que tomamos y adoptamos esta decisión, incluyendo su reflexión y comunicación.

Muchísima gente poliamorosa tiene la visión de que lo que aquí describo no es un «privilegio» como tal, un privilegio al mismo nivel que el privilegio blanco, masculino, heterosexual y demás losas invisibles. Comúnmente, esta disensión se argumenta así: Creo que esa decisión, por injusta que parezca, es más un asunto interpersonal que otra cosa (un asunto que, en las situaciones en las que hay hijas de por medio, puede ser perfectamente lícito).

Aunque puedo entender esta reflexión, personalmente no me convence. Respeto el derecho de cada persona a establecer cualquier tipo de decisión para su relación basada en el consentimiento, pero mi razón para diferir es la presunción que he señalado en mi definición, y en los derechos de los que hablaba Maymay en la suya.

El privilegio no solo otorga derechos o ventajas, el privilegio también otorga un derecho. Es el derecho de presuponer (comúnmente sin consideración racional previa y siempre sin preguntar) que, como disfrutas de X característica, tienes derecho a Y, tanto si Y es a costa de los demás (o peor, no piensas en los prejuicios que puedes ocasionar a los demás). Aquí incluimos la toma de decisiones en nombre de otras personas sin su consentimiento, el no tener en cuenta las necesidades o perspectivas ajenas o presuponer que puedes prescindir de manera natural y más fácilmente  las demás personas (y tu relación con ellas), a las que consideras de menor importancia. La presunción y el derecho son la muestra de que no ves necesario tratar a la gente de manera justa. Y ojo, justa no es necesariamente lo mismo que igual.

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No equiparo el privilegio de pareja al privilegio monógamo. Hay quien me lo ha sugerido, pero rechazo esta interpretación, ahora os digo por qué:

El privilegio monógamo solo está convenido para aquellas personas que se identifican o se muestran públicamente como monógamas, al margen de su tipo de relación. Por ejemplo, cuando sales con alguien, al menos dentro de la comunidad hetero, existe la presunción de que la gente soltera o es o desea ser monógama. De esta manera, la gente que se muestra como no monógama muy a menudo es apartada o excluida de este tipo de relaciones sociales. Por otro lado, el privilegio de pareja está específicamente convenido para aquellas personas que se muestran como parejas principales, al margen de si son real o aparentemente monógamas. Echadle un ojo a las estadísticas sobre infidelidad: la mayoría de parejas principales y parejas aparentemente monógamas en realidad no son tal, pero eso no lima un ápice el privilegio de pareja.

Comparte tus consideraciones y experiencias en relación al privilegio de pareja.

Creo que no tengo nada más que decir en relación a esto. Antes de ponerme a desarrollar más esta entrada, me gustaría escuchar lo que tenéis que decir la gente poliamorosa y no monógama (en concreto a parejas no principales o solteras (personas que no tienen o no quieren tener una pareja principal)). Aquí van esas preguntas:

  1. ¿Crees que existe el privilegio de pareja? ¿Cómo lo definirías o cómo modificarías la definición que yo he propuesto?
  2. ¿Cómo has visto manifestarse el privilegio de pareja en relaciones poliamorosas y abiertas? Pon ejemplos.
  3. ¿Es privilegio de pareja tóxico, indiferente o beneficioso en ámbitos de relaciones poliamorosas y abiertas o dentro de la misma comunidad? ¿Por qué o por qué no?
  4. ¿En qué manera te ha afectado personalmente el privilegio de pareja dentro de relaciones poliamorosas o abiertas? Ejemplos concretos o historias personales serán bienvenidos.
  5. ¿En qué medida te gustaría que el privilegio de pareja en relaciones abiertas o poliamorosas estuviera delimitado y subrayado en la comunidad poliamorosa y abierta?
  6. Si formas parte de una pareja principal cuya gestión de la relación con respecto al resto de parejas afectivas se basa en criterios jerárquicos que refuerzan el privilegio de pareja, ¿en qué basáis esta decisión y con qué propósitos la lleváis a cabo?
  7. Si evitáis las jerarquías dentro de vuestra relación abierta o poliamorosa, ¿cómo lográis mantener la coherencia ante la influencia del privilegio de pareja?
  8. Como pareja no principal o persona poliamorosa o abierta soltera, ¿cómo ha sido tu adaptación al privilegio de pareja en relación a tu gestión de relaciones y a lo que quieres alcanzar en ellas? También podéis comentar cualquier cosa relativa a problemas que emanan del privilegio de pareja como los que he comentado, o comentad algunos nuevos. Fijo que algo se me ha saltado.

En tu respuesta me gustaría que aclararas si te identificas como persona abierta o poliamorosa (o si no), si tienes una pareja principal o si te encuentras en una posición secundaria dentro de una relación. Me gustaría leer todas vuestras aportaciones, pero es importante que indiquéis vuestro contexto para entender mejor vuestro punto de vista.

Vuelvo a añadir que podéis tanto comentar aquí abajo o escribirme un correo privado (en inglés). No revelaré la identidad de las personas que contribuyáis, haré como en mi anterior en entrada sobre el cuidado de parejas no principales que elaboré gracias a vuestra colaboración, citaré a partir de algunas respuestas.

¡Muchas gracias! Por favor, corred la voz de este proyecto en vuestros círculos poliamorosos y abiertos y en vuestras redes.

NOTA: las respuestas podéis compartirlas aquí en castellano o contactar directamente con la autora original. También podéis hacer ambas cosas.

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Un comentario en “¿Qué opináis del privilegio de pareja?

  1. Hola. Me considero poliamoroso, y formo parte de una relación a 3 libre

    En mi caso, inicié una pareja «estándar» en el sentido que éramos 2, pero absolutamente libres en cuanto a tener amantes e incluso parejas, aunque respetando la cama «matrimonial» en asuntos de sexo. Hicimos tríos con cierta frecuencia, pero se puede decir que teníamos, y seguimos ejerciendo en cierta manera, el privilegio de pareja.

    Hace 6 meses, conocí un tercero, en una fiesta, y tras contactar vía ciberespacio, volvimos a coincidir en el mundo real, y tuve la necesidad de presentárselo a mi pareja, aún antes de haber practicado algún tipo de actividad sexual. En el primer momento, mi pareja respondió de forma esquiva, aunque sin mayores problemas y tuvimos una relación sexual completa bajo su mirada. A la mañana siguiente, encontré a los dos, cacareando sobre sus temas favoritos, y al cabo de una semana nos habíamos enamorado los 3.

    Dos seguimos conviviendo, el tercero vive por su cuenta, por decisión propia, aunque nos visitamos con frecuencia, no nos vemos a diario, a veces nos vemos los 3, a veces 2 de los 3, sin ser los que conviven, a veces estamos solos, seguimos siendo libres en el aspecto sexual, aunque mantenemos una relación sexual sana entre los 3, cada uno puede disponer de su cuerpo con libertad absoluta, yo mismo incluso me sorprendo motivando, impulsando, facilitando la satisfacción sexual de mis compañeros con terceros, no sin sentir cierto pinzamiento en mi corazón, pero aprendiendo a apreciar cada día más el privilegio de estar con mis dos amores, en un nivel absolutamente horizontal, o lo más horizontal que puede ser con un macho alfa semejante a mi en la relación.

    Desde que conozco el sentimiento de amor, tengo la necesidad de compartirlo de forma desinteresada con mis semejantes, a diferentes niveles, según la atracción sexual, estoy + atraído por lo masculino que por lo femenino de las personas, intelectual, un cerebro cultivado y abierto es extremadamente erótico para mi propia psique, físicamente, los cuerpos no excesivamente trabajados ni laxos, delgados ni obesos, absolutamente asimétricos y naturales excitan mi visión de una manera inevitable, y socialmente, en un ambiente cargado de energía sexual seré de los primeros en intervenir, en un ambiente amigable compartiré momentos agradables y amenos, en un ambiente distinguido, puedo agasajar con la más humilde cortesía, sin un ápice de hipocresía.

    Esta predisposición a la satisfacción ajena me proporciona placer, es evidente, sin embargo ese placer se ve incrementado ad infinitum cuando es recíproco, lo cual no siempre, por no decir en pocas ocasiones, ocurre, y más bien acabo siendo siervo de mi propio deseo de amar a los demás, por encima de mis necesidades o deseos, y es cuando veo satisfecho ese deseo en encuentros ocasionales con desconocidos que seguirán siéndolo, porque no tienen la necesidad de conocerme, solo de follarme, follarse, comernos, corrernos, cuando entiendo que en realidad en relación a mis parejas, simplemente busco mantener a mi lado el amor que necesito para no sentirme solo, buscando en esa cercanía la reciprocidad que me satisface, y poder seguir mientras sigo amando a tod@s l@s demás, sin tener que pedirles nada a cambio, porque mi situación emocional interna es satisfactoria, aunque siempre esté en evolución, y por lo tanto inestable, lo que también la hace más atractiva.

    Barcelona,

    lo1x

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